Hace poco volví a encontrar estos muñequitos, aparecen y desaparecen de mi vida, escondidos en alguna cajita de madera. Ahora los observo y me acuerdo del momento en que mi abuela me los dió. Fueron creados en tardes de frío, con el simple objetivo de entretener a los niños. Deben tener unos sesenta años, más o menos y permanecen inertes esperando volver a vivir en las manos de algún niño.
Hace un tiempo, en un momento muy intenso y muy duro de nuestras vidas, decidí no apegarme a nada que no tuviera vida, pues en el momento en que alguien desaparece (siempre he pensado que un ser superior decide, señalando a alguien con el dedo, que debe morir) , quedan todas sus cosas, su ropa, sus muebles queridos, una vajilla antigua, unas copas, unas joyas, o unas motos, un traje de cuero de motorista, unas gafas, una cazadora de cuero, un cochecito compartido...unas máquinas que sin las manos que sabían usarlas ya no tenían sentido...
Todos los objetos perseveran en existir, años y años, con alguna carcoma que les da vida, los brillantes siguen dando luz, las fotos iluminan alguna sonrisa, la máquina de escribir que ya nadie teclea- estaba prohibido que alguien menor de veinte años pusiera sus deditos en ella- y ahora la máquina se muere por volver a hacer ruido, clac clac...los discos de piedra que ya no suenan...un trenecito de latón me pide que lo dé, quiere volver a sacar humo y salir pitando entre vapores....un libro tiene ya cincuenta años y me habla, va, dame nueva vida, mis letras quieren volver a ser leídas, pero voy a ser egoísta y no lo daré nunca, es mi biblia y me recuerda el camino que debo seguir...Todo se burla de mí...
En mi sentido trágico de la vida ( no siempre estoy así) pienso, si un día desapareces, qué va a quedar de tí? un coche, un perro huraño, un iPod, un portátil, unos vestidos hechos por mí que alguien, que todavía cree en mí guarda, esperando que cuando crezca su hija, los lleve...unos cuantos cuadros que sé, se repartiran, y lo más importante para mí, las colchas de retales que hago y que existiran cuando yo haga tiempo que no esté, entre ellas un árbol de la vida, con 278 hojas bordadas, cada una un nombre y una persona detrás y una historia por contar, que si un curioso pregunta por ellas, espero que haya alguien con memoria que resucite a las personas que ahora son hojas pero que un día fueron carne y alma, con sus objetos que permanecerán, día a día sin querer llegar a desaparecer del todo, pues viviran nuevas vidas con nuevas personas, unos pendientes, unas copas, una vajilla...
8 comentarios:
Son lindísimos, no los pierdas!!
También he creído siempre que ese ser superior se levanta un día y señala con el dedo.A pesar de mi descreimiento. Y a alguien le toca irse , por mucho que le recemos a ese ser superior como nos enseñaron a hacer de pequeños.
Y aquí quedan sus cosas , su ropa , sus libros ,su música , sus sueños , todos esos años que le quedaron por vivir , todos esos recuerdos que ya no podremos crear juntos. Y queda siempre alguien llorando por lo que podia haber sido y ya no será nunca.
Y él sólo se lleva un pedazo de tu vida.Y tienes que volver a aprender a andar con otro paso...tú que te habías ajustado a la perfección a la cadencia de sus zancadas.
Alguien mirará esa colcha un día muy , muy,muy lejano y se acordará de tí con una enorme sonrisa.
Belle, los hicieron mi abuela y su hermano para los hijos de ella, unos no han salido en la foto porque son más feítos, recuerdo que mi abuela me dijo que las caritas se las hacía el hermano.
MK, el dueño de las motos que hablo no pudo llegar a tener hijos, así que dejó su recuerdo y los objetos que menciono, y un montón de fotos que fueron recogidas en un álbum, en las que siempre salía muy guapo.
La foto de la colcha está pendiente para otro post, cuando piense cómo sacar la foto y que quede perfecta, ya que es enorme, se admiten ideas.
Extiendela en un prado.Subete a un arbol , con cuidado ...Y dispara la foto encuadrando colcha ,prado,hojas del arbol...
Pas mal , no?
Vale césped en lugar de prado y escalera en lugar de árbol?
Con una madre como la mía no tendrías tantos objetos antiguos. Recuerdo que de niño teníamos un enorme aparato de radio con el nombre de muchas capitales del mundo escritas en el dial. Era preciosa. Un día llegue a casa y en su lugar había un transistor moderno. Pregunté dónde estaba aquel objeto que marcó tanto mi niñez. La respuesta fue "en la basura".
Si un día desapareces, también quedará tu blog.
Pues son una joyita...no sé, estoy dándole vueltas a todo esto en los que todos y todas inevitablemente pensamos alguna vez y bueno, es mejor pensar que no somos nadie, a mí me parece la postura más humana, y ojalá nos enterrasen a todos bien porque sí seríamos algo, hierba, flores, abejas... Además por querenos perpetuar en el tiempo los seres humanos hemos hecho cosas bellísimas pero también terribles.
La teva mare, Paseante deu ser una dona pràctica, sens dubte.
Belle, prefiero pensar que los humanos hemos hecho cosas bellas, los pintores, escultores, arquitectos...
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