Amics, anit, perdoneu aquesta petita excitació. Us he de dir... que he decidit seguir vivint, vestir-me com vosaltres, correctament, amb corbata; i, com cal, traçar-me uns plans dignes, per tota la vida, plens de sentit. Amics, anit, ara que encara els meus ulls poden veure coses belles -gessamins, donzelles, libèl•lules- i tantes d'altres coses -escenes casolanes, familiars, escenes de violència-, anit, doncs...
viernes, 28 de septiembre de 2007
sábado, 22 de septiembre de 2007
DESAYUNOS
Normalmente mis desayunos consisten en un té verde y un ducados en la terraza, menos los sábados que voy a buscarme un croissant y lo comparto con el perro. Ahora mi amiga la bruja hace mermeladas, de albaricoque y de higos, y me pasa algunos tarros, con lo cual a media mañana me siento, saco la mantequilla, el bote de mermelada y otro té. El té, de sobrecito, carezco de la paciencia necesaria para prepararlo con tetera, bah! un minuto de microondas y tres pastillitas de sacarina...Odio el olor de la leche caliente, seguramente me viene de cuando salíamos corriendo hacia el colegio y teníamos los cuatro vasos de leche previamente colados para no encontrarnos las nubecitas de nata que tanto odiábamos.. Mi hermana insiste en que hay que tomar dos vasos de leche diarios, por lo del calcio y todo eso, y yo, replicona, le contesto: cuándo has visto tú que un perro beba leche después de que su madre deje de amamantarle! Pues eso!
Esta mañana he recordado el desayuno que nos preparó Anne Marie, cuando nos alojamos en su casa en La Rochelle. Viajábamos cinco en el Austin Metro que mi hermana acababa de estrenar. Tuvimos la suerte de encontrar la bella casa marinera de Anne Marie y su marido. El marido era el que llevaba la voz cantante, el que nos mostró la bella buhardilla que habríamos de compartir los cinco, el precioso baño de madera blanca, las camitas para enanitos de Blancanieves, decoradas con dibujos que luego supimos que la misma Anne Marie había pintado. Nos pidió que le pagáramos por adelantado, qué desconfiado era el hombre. Ah, y nos dijo que no hiciéramos ruido, porque con ellos vivía su anciana madre y no la habíamos de molestar...Dejamos las maletas y nos fuimos a comer. Cuando vió la hora, debían de ser las tres de paso, miró el reloj y dijo: Ah, oui! les espagnoles...
Por la noche, buscando un sitio para cenar, pasamos por delante de un cine, había el festival de cine de La Rochelle, y allí estaban, Anne Marie y su marido en la cola de las entradas, nos saludamos y nos fuimos. La expresión de la mujer era siempre de tristeza.
Al regresar para dormir subimos las escaleras de madera que crujía, y alguien dijo: cuidado, no despertemos a la vieja!
A la mañana siguiente bajamos a desayunar y lo que nos esperaba nos dejó boquiabiertos: una gran mesa de madera vestida de hilo, situada bajo un tragaluz, llena de exquisitas viandas: panecillos blancos en su correspondiente canastilla con mantelito de lino,croissants, mermelada casera de ciruela, mantequilla en su barquita de loza blanca, café recién hecho, té en su tetera, tazas, platitos, qué delicadeza! Todo preparado con mimo, y era para nosotros! No dábamos crédito! Apareció Anne Marie, y se lo agradecimos.Se quedó hablando un momento con nosotros. Nos explicó que era pintora, que ella misma había pintado los muebles, las paredes y las puertas con sus dibujos, y que luego nos enseñaría su taller. Advertimos un piano, sí, lo tocaba ella, hablamos de ópera, de nuestras árias preferidas, para luego retirarse discretamente hacia su taller y dejarnos desayunar.
Desayunamos como reyes, dando buena cuenta de todo ello, mientras discutíamos si de verdad existía la anciana, o la tenían momificada cual madre de Norman Bates, concluimos que la viejita no existía, era una invención del marido para que nos portáramos bien! riendo, miré hacia arriba, hacia el tragaluz y dije: la abuelita nos mira!!!!!!! A todos se les puso el pelo de punta.
Anne Marie nos vino a buscar, y atravesamos el jardín, donde vimos los ciruelos y el gato que trepaba por ellos, y nos mostró su taller de pintora y los muebles que restauraba, todo tan bello y delicado como lo era ella misma.
Recogimos nuestra cosas y nos despedimos, íbamos hacia Cancale, y antes de partir y mientras la pareja nos despedía con la mano, gritamos desde el coche: des saluts à la grand-mère!
sábado, 15 de septiembre de 2007
SÁBADO DOLCE VITA
viernes, 14 de septiembre de 2007
EL ERIZO Bernardo Atxaga
El erizo despierta al fin en su nido de hojas secas,y acuden a su memoria todas las palabras de su lengua, que, contando los verbos, son poco más o menosveintisiete.Luego piensa: El invierno ha terminado,Soy un erizo, Dos águilas vuelan sobre mí;Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,¿En qué parte de la montaña os escondéis?Ahí está el río, Es mi territorio, Tengo hambre.Y vuelve a pensar: Es mi territorio, Tengo hambre,Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto¿En qué parte de la montaña os escondéis?Sin embargo, permanece quieto, como una hoja seca más,porque aún es mediodía, y una antigua ley le prohíbe las águilas, el sol y los cielos azules.Pero anochece, desaparecen lás águilas, y el erizo, Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,Desecha el río y sube por la falda de la montaña, Tan seguro de sus púas como pudo estarlo un guerrero de su escudo, en Esparta o en Corinto;Y de pronto atraviesa el límite, la línea que separa la tierra y la hierba de la nueva carretera,de un solo paso entra en tu tiempo y el mío;Y como su diccionario universal no ha sido corregido ni aumentado en estos últimos siete mil años, no reconoce las luces de nuestro automóvil,y ni siquiera se da cuenta de que va a morir.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
CANCIONES III ( LIZARDI)
Lizardi, vino Rimbaud preguntando por tí,
y le dijimos
que también nosotros te esperábamos,
que hacía mucho tiempo que no aparecías
por casa;
y nos sentamos sobre la hierba
y enviamos mensajeros
a la torre de Alós
por ver si estabas
ahuyentando cuervos
en aquellas largas escaleras.
Luego escuchamos las campanas,
los ladridos de los perros;
Surgiste de pronto en el camino
dando tumbos,
estabas al fin entre nosotros,
pero solo eras
un cadáver
sentado en el trono
de un otoño ya perdido.
Alguien cerró tus ojos,
adiós, adiós,
y amanecía sobre las zanahoras,
sobre la huerta,
cuando te enterrábamos,
oh petit poète,
sin canciones, sin cohetes,
colocado cuan largo eras
entre los terciopelos
de un hueso de albaricoque.
Bernardo Atxaga.
domingo, 2 de septiembre de 2007
ANSIEDAD
Hemos salido con la intención de coger higos con poca suerte, he comido dos y el resto los guardamos para Cris, nos damos un baño rápido y Bruc se tira a la piscina, nada y llegamos a tiempo para subirle, sus patitas no dan lo suficiente para salir...He visitado la tumba de Hedy y después he llegado a la conclusión de que tengo ansiedad.
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