jueves, 20 de noviembre de 2008

LA EFÍMERA



“Esto ocurría en junio, en la época de la mosca del pescado, cuando, como todos los años, la ciudad se cubre de tan efímeros insectos”.
“-Están muertas, sólo viven veinticuatro horas. Salen del huevo, se reproducen y la palman. Ni siquiera comen. –Y tras estas palabras metió la mano en la espumosa capa de bichos y trazó sus iniciales: C.L.” Las vírgenes suicidas.

Cuando leí Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides, pensé en hacer un post sobre el suicidio. Pero me asusté, porque hablar del suicidio es un tema demasiado delicado. Lo comenté con mi hija, y le planteé el tema y de cómo lo trataría. Le pregunté si ella alguna vez había pensado en el tema. Me contestó, como todos, supongo.

¿Existe una persona en el mundo que no se haya planteado alguna vez en quitarse la vida? Alguien que hubiera sido siempre completamente feliz, tan apegada a la vida que nunca lo hubiera pensado…

“Dentro, conocimos a chicas a las que nunca se les había ocurrido quitarse la vida”

Cuando alguien decide suicidarse, siempre hay alguna acusación de cobardía. O de valor, pienso yo.

“Desde diferentes caminos, con ojos de colores diferentes o con diferentes movimientos de la cabeza, todos habían descifrado el secreto que conduce a la cobardía o al valor, lo que quiera que sea. Y las hermanas Lisbon siempre estaban delante de ellos. Se habían matado por nuestros bosques moribundos, por los manatíes que mutilaban las hélices cuando se asomaban para beber de las mangueras de los jardines, por montañas de neumáticos viejos más altas que las pirámides. Se habían matado por la imposibilidad de encontrar un amor que ninguno de nosotros ha encontrado jamás. Al final, la tortura que había destrozado a las hermanas Lisbon indicaba una renuncia razonada a aceptar el mundo tal como se les concedía, tan lleno de defectos”

Hoy ha sonado el teléfono mientras dormía. Era mi hermana B.
-Hoy me ha llamado A. para contarme una cosa. ¿Estás sentada?
-Estoy tumbada –he contestado con los ojos cerrados.
-¿Te acuerdas de aquella chica que…? Pues se ahorcó con su propia bufanda.
-Seguramente le faltó amor –es lo único que se me ocurrido contestarle.

He continuado con los ojos cerrados tratando de recordar a esa chica. Quizás escuchar esta canción de Todd Rungren que ilustra este post, le habría salvado de la desesperación. Ojalá hubiera sonado en el momento de su decisión, como en una escena de una película con una buena banda sonora…

“O si alguna vez necesitas una razón para sonreír
Y pasar la noche si crees que debería
Piensa en mi”

Me hubiera gustado que Iduard, antes de cerrar su blog, hubiera escuchado esta canción.

22 comentarios:

khalina dijo...

M'has deixat sense paraules. No m'esperava això. Ojalà hagués escoltat la cançó

desconvencida dijo...

Es un tema espinoso, como dices Emily...

¿puede una canción salvarte en un momento así? Imagino que en algunos casos la decisión estará tomada, en otros sólo hace falta una señal como esta para cambiar de idea...

Buen post :)

Emily dijo...

Khalina és curiós això. Et penses que una persona ho té tot i no sabem fins on li falta la principal. La il.lusió per viure.
A mi hi han certes cançons que em canvien l'ànim.
Descon, creo que sí, que una canción lo puede cambiar todo. En el momento oportuno. Eso sí, hay que estar receptivo. Gracias.

Mari-Pi-R dijo...

Me parece que aun en las personas mas animas la idea del suicidio pasa por la cabeza, lo malo son las personas ya depresivas por naturaleza. Me has hecho pensar en la familia de papa los que se fueron por convenciones o quien sabe que debieron pensar en aquel momento

el paseante dijo...

Supongo que todos hemos fantaseado con ese tema. Sólo conocí a un suicida. Íbamos juntos al instituto y no éramos amigos. Él era el guaperas, el simpático, el vivales... Recuerdo que cuando se ahorcó, lo primero que pensé fue que jamás me devolvería aquel manual de dibujo que le había prestado. No dice mucho a favor de mi calidad humana. Pero lo pensé así. Y así te lo cuento.

marta dijo...

¿Valientes o cobardes? Hace una semana hablaba de este tema con un amigo, su jefe y suegro al mismo tiempo, decidió poner fin a su vida con uno de los cabos de esos barcos que tan bien construía y tanto amaba y ambos llegamos a la conclusión de que en el momento X hay que ser muyyyy valiente para pegarle una patada a la silla y sentir como la vida se te ahoga envuelta en una cuerda.

Era un hombre que, aparentemente, no tenía problemas, quizás una mente algo perturbada, pero tras ver a su familia y saber lo que sienten tras el suceso, mi duda es...¿egoismo o generosidad?

Patricia dijo...

Hola guapa, Catu duerme y su papá hace la cena, como dice Descon es un tema espinoso y hay algo que quizás no sepas, he leído algo de Eduardo Galeano que decía que entre los aborígenes australianos hasta la llegada del hombre blanco no existía tal palabra, "suicidio" porque no existía el significado.

Anónimo dijo...

Yo siempre pensé en suicidarme, cuando adolescente claro, me parecía un acto heroico que debía cumplir... por amor por supueso, si no NUNCA, nosotros los buenos lectores del Werther...

gracias por acordarte de mí. no pensé en marcharme, la técnica y la impericia me echó, pero ya estoy de vuelta

saludos

Rita dijo...

No vaig saber què dir quan vas penjar aquest post i de fet ara tampoc, però volia que sabessis que t'havia llegit.

És un tema delicat i complicat. Mai he sabut si era covardia o valentia. Si pot passar a qualsevol o a gent genèticament predisposada, si només es fa per amor o si també es fa per altres raons, però saps, tampoc sé si vull saber-ho. Em fa un cert iuiu...

Emily dijo...

MP, yo creo que este tema ha pasado por la mente de todos. A ti, no? A ver si serás una de esas chicas que nunca lo han pensado.
Paseante, de vegades tenim reaccions estranyes, nen. Jo he arribat a riure amb una tia meva en un funeral. És horrorós. Diuen que són els nervis.
M. Crec que és un egoïsme al que tots tenim dret. El darrer.
Belle, esto lo había leído. La gente que habitaba en el paraíso antes de los "blancos" eran felices, si.
Old Man, el dia que vi que tu blog había desaparecido tuve una sorpresa desagradable. Encontrar a alguien como tu no es nada fácil. Celebro tu retorno y no toques más teclas inoportunas.
Rita, un post sense tu no és un post complert. Pensa que ens hem de casar!

Rita dijo...

Ai sí!!! hehehehe

Gràcies, maca! :-)

MK dijo...

Lo he leido .
Dos veces.
Estoy demasiado aferrada a la vida. A mi me dejan , me quedo aquí para siempre.
Y espero que la vida no se me tuerza como para pensar en ello.
...vamos que si es por mí, ...ni a escobazos.

Emily dijo...

Rita, que el Paseante ens posi la data. Però cap a l'estiu?

MK, sort que en tenim que tu ets una d'aquestes dones, ben agafadeta a la vida.

Anónimo dijo...

Este libro parece recomendado por mí, porque Las vírgenes suicidas es una de mis novelas preferidas de los últimos años. Es perfecta. ¿De cuántos libros se puede decir eso?

Hace unas semanas pensé mucho en este tema. Se suicidó uno de mis escritores favoritos, David Foster Wallace. Realmente, es la última persona de la que hubieras esperado algo así por el vitalismo, la ironía y la fuerza de sus escritos. Puedes troncharte con algunos de sus ensayos, como ese en el que describe un crucero de lujo: Algunas cosas divertidas que nunca volveré a hacer... En ese momento supimos que llevaba años tratándose contra la depresión. ¡Qué paradójico!

Creo que hay una razón de peso para no suicidarse: dejarías de comerte esas sabrosas
tartas de manzana.

Emily dijo...

Anónimo tarta, tienes razón. Leí que D. F. Wallace se había suicidado. Y tuve unos de sus libros en las manos, pero no me animé a comprarlo. Ahora sí que lo compraré.
En lo referente a los libros perfectos, sólo se me ocurren los de Salinger y El Manantial de Ayn Rand. Son los que salvaría en un incendio, aparte de a mi perro y dos postales.
Y de momento no me suicido, aparte de dejar de comer tartas de manzana me perdería tus comentarios!

Anónimo dijo...

Mi isla y yo te echamos de menos...

Anónimo dijo...

Muy interesante lo de Ayn Rand. Hace un mes o así estaba leyendo un libro de ensayo sobre ella. El autor es Ramón Cotarelo, un catedrático de política, y el título del libro "Literatura y política: La obra de Ayn Rand". Es un libro difícil de conseguir, publicado por la UNED de Valencia. Una rareza y una pequeña joya.

Sobre Salinger, uno sólo puede hacer una reverencia. Y sobre la vida en general lo más maravilloso de ella es que es una contínua sorpresa. ¿Por qué suicidarse? ¿Por qué no entusiasmarse?

Me gusta una canción de Rufus Wainwright, "Sanssouci", sobre el famoso castillo y sobre las personas maravillosas que aún nos quedan por conocer, donde dice: ¿Quién estará en Sanssouci esta noche? ¿Quién me esperará alli?

http://www.youtube.com/watch?v=FmkzaJx1B0Q

Anónimo dijo...

Who will be at Sanssouci tonight?

TdM

Emily dijo...

Old Man, voy a tu isla todos los días y a veces te observo en silencio.

Tarta, hubo un tiempo en el que la teoría sobre el individualismo me obsesionó. Sigo queriendo a Howard Roark.
Rufus canta hace semanas para mi!
La verdad es que quiero vivir, ahora más que nunca.
Y no tengo planes para esta noche ;)

Anónimo dijo...

Entonces corrijo, echamos de menos tus palabras... supongo.

fra miquel dijo...

Fa poc més d'un any va marxar per sempre la meva millor amiga.

No entraré en detalls, no més que, feia com uns dos anys que es tractava per una depressió. Jo no m'imaginava que la depressió, no les "depres" de estar desmotivat i tal... si no la de veritat, fos una malaltia tan terrible que pogués provocar la mort. Va ser una putada.

Per a la teva filla que contesta "como todos, supongo" i pels que hi han pensat algun cop, recomano el llibre: "Delicioso suicidio en grupo" de un tal Arto Pasilina. No sé l'editorial. El llibre me'l van deixar i ara no el tinc.
Una abraçada

Emily dijo...

Old man, o Iduard, ya he pasado por tu casa. Hay días en que no tengo palabras.
Fra Miquel, això del suïcidi és dur. Per a la familia que no enten res i pels amics.
Miraré de trobar el llibre o als menys saber de què va.

 
Free counter and web stats