Me acabo de dar cuenta que este año se me ha pasado el aniversario de la muerte de Marvin Gaye. Cada año, por estas fechas, busco el walkman y un disco de Marvin Gaye, y bailo, mientras Bruc va dando saltos a mi alrededor creyendo que me he vuelto loca. La verdad, y entre nous, que un poco lo soy.
Un año me comprometí para ayudar a plantar tomates. Toda una experiencia. A las mujeres les daban la bandeja de "planter". Te asignaban un hombre, que es el que por ser más fuerte, clavaba en la tierra un cacharro, por el cual tu echabas la plantita del tomate y como por arte de magia, quedaba plantada en el suelo y a punto para desenvolverse en la nueva tierra.
En una de esas rondas, me tocó un compañero, y os juro, que era igualito a Marvin Gaye. Vestía un mono de trabajo azul y un gorro de lana, del tipo estibador de puertos. La labor de plantar no da para grandes conversaciones, pues necesitas concentrarte para echar la plantita justo en el momento preciso, y no quedar como una pardilla que nunca ha plantado tomates. Marvin me dijo que se acordaba de mí, que habíamos coincidido trabajando en una fábrica. Le contesté que me había confundido. En un instante, me ví con un pañuelo en la cabeza, tomando un respiro para un cigarrillo, y hablando con Marvin. En una fábrica.
Aquel verano comimos tomates, los más ricos, plantados por mi y por aquel Marvin Gaye tan guapo.
4 comentarios:
Be , finalment no he trobat l´article que parlava de les tremendes conseqüències de la seva veu.
Les fèmines que el tenien aprop diuen que experimentaven quelcom semblant a l´èxtasi amorós.
El "What's Going On" un imprescindible..
La seva veu, el seu cos, és clar que provoquen sensacions, sobretot per a l'amour.
Me ha hecho gracia eso de que te "asignaban un hombre", y más si se trata del tema tomate. Y te he visto bailando como una loca con el pobre Bruc saltando con esas patitas tan mini que tiene.
Hoy le he arreglado el flequillo a Bruc, après la pluie...
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