martes, 14 de octubre de 2008

UN AMOR PARA LAS SEIS



Los dos vagabundos se reunían día tras día en aquel parque al que consideraban, desde hacía demasiado tiempo, su casa. Llegaban de buena mañana aún serenos. Pero con el paso de las horas iban alcanzando el estado de embriaguez que buscaban, arropados por el vino barato que compraban de camino al Turó Parc.
A veces hablaban si tenían algo que decir. Otras veces, simplemente fumaban en silencio, cuando el hastío se había apoderado de ellos y se limitaban a mirar a los paseantes que cruzaban la pasarela de madera que ellos ocupaban. Sentados en un banco, contemplaban a la gente que también había elegido el mismo lugar para dejar pasar las horas. Había de todo: ancianos solitarios. Parejas enamoradas. Niñeras de pequeños niños rubios. Pacientes padres que vigilaban a sus retoños en sus juegos, siempre pendientes para acudir en su ayuda tras una caída. O estudiantes cabizbajos de camino a sus colegios.
Era también el lugar preferido para las personas que se acompañaban de perros. Éstos últimos eran los que más entretenían a los dos vagabundos. Les gustaban las correrías que se daban los animales. A veces se perseguían sin motivo, o porque uno de ellos llevaba una pelota y los otros corrían tras ella al ser lanzada por el dueño del perro afortunado. Cuando había una reunión cuantiosa de dueños de canes, sabían que tenían la diversión asegurada al menos durante una hora.
Pero había un paseante que se acercaba casi cada día al parque. Buscaba su banco de madera y se sentaba a contemplar como ellos, el juego amigable de los perros. Durante un tiempo, el paseante se hizo acompañar por un can de color gris y pelo lanoso. La timidez de los dos seres les impedía acercarse a los otros dueños y sus perros. El perro gris prefería acostarse bajo el banco que ocupaba su amo y descansaba disfrutando del agradable frescor de la tierra.
Un día el paseante llegó solo. Y así sucedió un día tras otro. Llegaba solo y solo se marchaba. Uno de los vagabundos, un argentino observador, supuso que el perro había muerto. Nunca se atrevió a preguntar por miedo a causar dolor.
Una día de octubre, a media tarde, los vagabundos miraban pasar el tiempo lo mejor que podían, llevando su buena dosis de vino en el cuerpo. Vieron como el paseante se disponía a cruzar por la tarima de madera acompañado de una mujer. Envalentonado por el alcohol, el argentino habló:
-Oíme, perdonáme, oíme. –El paseante se acercó a él preguntándose qué querría el vagabundo.
- Escuchá, qué novia más guapa tenés…Yo que tu miraría de conservarla…
El paseante se reunió con la mujer, que se había adelantado unos pasos, acaso temiendo que ella lo hubiera llegado a oír, y continuaron su camino.
El vagabundo argentino, afectado por una súbita alegría empezó a entonar un tango:
-La mujer que a mi vendrá, tiene ojos malvavisco, desenvuelta en el aire, su mirada como el mundo. Todo lo que presentía, se ha cumplido. Qué extrañeza, me ha dejao sin una queja. Sirva otra, camarero. Yo le invito, si usted quiere, entra dentro de mi suerte. Hay que ver que estoy aquí, plácidamente sentado, con dinero en el bolsillo y un amor para las seis. Pasan las señoras con sus perros pequeñitos, que no dejan de asustar a las palomas. Vino compartido, moja barba vagabunda, entre jodas, risotadas y olor….

18 comentarios:

el paseante dijo...

Hola Emily, gràcies per recordar-te del senyor Gris. M'ha encantat aquest conte genial. Un petonet.

khalina dijo...

Es molt bonic. A part, els protagonistes del conte són encantadors :) He pogut imaginar l'escena diaria en el Turó Parc, tot és tan real.Puc imaginar-me al vagabund argentí cantant, i no sé per què també però també li he posat cara al paseante :)

Mari-Pi-R dijo...

Tu imaginacion continua, pero non te metas mucho con los argentinos, ya que tengo una buena amiga.
Bonito cuento

Emily dijo...

De res Paseante, gràcies a tu pel passeig.
D'on has tret que és un conte?
Khalina, una altra! Que va passar de veritat! M'ho van contar, i ho he escrit. Sóc un perill quan escolto les converses dels altres.
MP, otra con mi imaginación! Los argentinos me encantan, sean borrachitos, tanguistas o doctores ;-)

Rita dijo...

Quina passejada més agradable, amb el so d'un tango allunyant-se mica en mica i amb molt bona companyia... Ets afortunada, emily!
(Jo sí que m'ho he cregut eh! ;-) )

el paseante dijo...

Només 5 comentaris per un post tan bonic. Deu ser cosa de la crisi. Jo n'he tingut més parlant d'una carallotada. La gent comenta textos lleugers com els meus, però s'espanta quan llegeix un text brillant con el teu. Potser no saben què dir. Si fos ells no m'ho pensaria massa: t'ompliria de comentaris.

Emily dijo...

Rita, sí que va ser agradable. I sí que en sóc d'afortunada de conéixer gent, com ara tu.Gràcies.
Paseante, m'encanta quan t'agafen aquests rampells, jeje. Jo amb els vostes comentaris ja em considero ben pagada. Ja saps que ets el meu mestre, que em fot "collejas" quan escric massa depresseta i no poleixo els textos com Déu mana. Però es que sóc impulsiva...

Rita dijo...

Tens raó paseante, un relat molt bonic, ple de sensacions, sentiments i molt ben escrit.

A vegades és cert que costa més comentar textos així... Els teus, però, no en són mai de lleugers tampoc. Sempre hi ha alguna frase, alguna paraula, alguna intenció...

Emily, escrius bé i a vegades fer-ho ràpid també té la seva gràcia. No et sàpiga greu tampoc.
Petons a tots dos i bon capde!

Emily dijo...

Rita, gràcies per afegir aquestes paraules!
Ja sabem tots el bé que escriu el Paseante ;-) Petons a tu i bon cap de setmana també.

Anónimo dijo...

Quina lucidesa la de l'argentí! Ell es va adonar que allí hi havia algun sentiment...

Emily dijo...

Sumpta, diuen que els nens i els borratxets sempre diuen la veritat...Ahir, Luigi me va dir què guapa era i les seves besades semblaven de debò.

Sumpta dijo...

Si t'ho diu Luigi, t'ho pots ben creure.

Anónimo dijo...

...casonlolla , i jo sense ordinador ,i llegint això una setmana després ...
¿...i com diu que és l´argentí , aquest dels tangos..??
;P

Emily dijo...

MK, vas perdre la teva oportunitat, ara no vulguis trobar el rodamón.
La cançó ja te la passaré.

Emily dijo...

Has rebut la cançó?

atikus dijo...

Precioso texto, dan ganas de pasear por el Turó Parc, me encanta observar a la gente..será que soy un mirón jeje!!

eso si a cantar un tango no me atrevo ;)

Emily dijo...

Atikus, hay cola para un paseo por el Turó. Apúntate, de momento sólo hay mujeres en la lista. Razón: blog del Paseante.
Gracias. Por cierto el tango es de Malevaje.

Emily dijo...

Atikus, hay cola para un paseo por el Turó. Apúntate, de momento sólo hay mujeres en la lista. Razón: blog del Paseante.
Gracias. Por cierto el tango es de Malevaje.

 
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