martes, 22 de abril de 2008

LA ROSA






Durante mi estancia en Barcelona, vivía con un periodista que trabajaba en la sección de cultura de un programa televisivo, lo cual le daba derecho a recibir en casa, cajas de las editoriales con las últimas novedades publicadas. Un verdadero festín de libros gratis.
Por las mañanas, ya duchada y vestida, preparaba café y me iba al salón. Mi compañero ya había salido a desayunar y volvía a casa con tres periódicos. Después del saludo correspondiente, atacábamos la prensa. Yo, con total desconsideración, hojeaba los diarios antes que él.


Cuando un libro lo merecía, se acercaba a mí, lo dejaba sobre la mesa, y me decía: léelo, creo que te gustará. Me descubrió a Sylvia Plath y a Salinger. La Campana de Cristal y Nueve Cuentos.

Creo que son los libros que más me han impactado. Eran diferentes a todo lo que había leído anteriormente y no eran pocos. Para mi hubo un antes y un después de aquellas lecturas. Después vendrían Capote y Carson McCullers.

También recibía entradas para asistir al teatro. Una noche fuimos al estreno de una obra de danza de Pina Bausch, y yo me senté al lado de Joan de Sagarra. En el entreacto, fumábamos! El crítico quiso encender su pipa, y rebuscó un encendedor en vano. Me pidió fuego y se lo dí. Pasó por delante Terenci Moix. ¿Qué tal, Terenci? -le preguntó una periodista. Pues mira...-contestó con sorna el escritor- estoy sin platos...Su pareja le había abandonado y parece ser que le dejó sin nada.

Una noche cenamos juntos en casa, y hablamos durante horas de cine, fumando tabaco ruso que se había traido de un viaje a Rusia. Se quedó sorprendido de que una joven de dieciocho años supiera tanto de todo (modestia aparte), y me dijo que su vida era mejor conmigo que los los tres tipos de Falset con los que un año antes, había compartido piso.

Un día de Sant Jordi, me dejó sobre la mesa Las Cartas de Groucho Marx con estas palabras: creo que eres más de libros que de rosas.

Qué quieren que les diga, me hubiera gustado una rosa....

PS. Ahora casi he dejado de leer, y no digamos de comprar. Hay poco que merezca la pena o es que yo ya no soy la misma. Todo ha ido perdiendo interés. Pero si deseais regalarme un libro, El Encantador de Perros me gustaría. Y también una rosa!















domingo, 13 de abril de 2008

EMILY




"Ignorem la nostra veritable estatura fins que ens alcem".

Emily Dickinson, poeta nord-americana (1830-1886)

viernes, 11 de abril de 2008

LA FLAPPER




"La flapper en realidad nunca desapareció en los años veinte; simplemente se quitó el nombre, se puso tacones de goma y funcionó en la oscuridad."


F. Scott Fitzgerald. El Crack-Up.


Cuando tenia catorze años, e influenciada por todas las películas que veía, dejé de comer, me corté el cabello a lo Louise Brooks, y fuí apodada Cleo o "la dura".


jueves, 10 de abril de 2008

SU BELLA DAMA


Este cuadro lo hice hace muchísimos años. Encontré una frase de Rudyard Kipling que decía así:

"Había un idiota que le rezaba a unos harapos, unos huesos y unos mechones de pelo (nosotros los llamaríamos unos restos) pero el muy necio lo llamaba su bella dama.

A mí me inspiró este cuadro. Hoy lo he bajado de su sitio, lo he limpiado (había un mosquito aplastado en su interior) y mañana lo devolveré a su lugar.

El perrito es mi Coppini, que salió en muchos más que tengo por ahí desperdigados. Le dije a Rita que se lo enseñaría.

miércoles, 9 de abril de 2008

Marvin Gaye - What's Going On (live 1974)

MARVIN GAYE Y LOS TOMATES


Me acabo de dar cuenta que este año se me ha pasado el aniversario de la muerte de Marvin Gaye. Cada año, por estas fechas, busco el walkman y un disco de Marvin Gaye, y bailo, mientras Bruc va dando saltos a mi alrededor creyendo que me he vuelto loca. La verdad, y entre nous, que un poco lo soy.

Un año me comprometí para ayudar a plantar tomates. Toda una experiencia. A las mujeres les daban la bandeja de "planter". Te asignaban un hombre, que es el que por ser más fuerte, clavaba en la tierra un cacharro, por el cual tu echabas la plantita del tomate y como por arte de magia, quedaba plantada en el suelo y a punto para desenvolverse en la nueva tierra.

En una de esas rondas, me tocó un compañero, y os juro, que era igualito a Marvin Gaye. Vestía un mono de trabajo azul y un gorro de lana, del tipo estibador de puertos. La labor de plantar no da para grandes conversaciones, pues necesitas concentrarte para echar la plantita justo en el momento preciso, y no quedar como una pardilla que nunca ha plantado tomates. Marvin me dijo que se acordaba de mí, que habíamos coincidido trabajando en una fábrica. Le contesté que me había confundido. En un instante, me ví con un pañuelo en la cabeza, tomando un respiro para un cigarrillo, y hablando con Marvin. En una fábrica.

Aquel verano comimos tomates, los más ricos, plantados por mi y por aquel Marvin Gaye tan guapo.

jueves, 3 de abril de 2008

ADOPTE (niños, perros o gatos...)


Después de quemar soufflés, lo mejor que podemos hacer, es adoptar un perro o un gato, según preferencias...y si nos gusta pasear perros (déjense de gastar dinero en cremas para adelgazar), es lo mejor para mantener la línea. Les recuerdo que llegará el verano, y hay que ponerse bañador. Si por el contrario, se es sedentario, pues acaricien al gato sentado cómodamente en el sofá. Es bueno para su salud. Baja la tensión y reduce el riesgo de infarto.

martes, 1 de abril de 2008

Sabrina: 'One, Two, Three..New Egg!' (Audrey Hepburn)

QUEMAR SOUFFLÉS


Escena de la película Sabrina, de Billy Wilder:
El chef va pasando revista a los soufflés que han cocinado los alumnos.
Bajo. Blando. Duro. Muy bajo. Demasiado alto. Bien. Comme ci, comme ça...Demasiado duro. Superbe! mi querido Barón...Cuando mira el soufflé de Sabrina, murmura despectivamente: está crudo...
-No sé qué ha ocurrido...dice Sabrina desolada.
-Yo le explicaré lo que le ha ocurrido. Sencillamente se olvidó de encender el horno.-Le explica el Barón (es compañero de Sabrina en el cursillo de cocina).
-Hace tiempo que vengo observándola, señorita. No presta atención a las clases; su imaginación vuela muy lejos. Está usted enamorada y me atrevería a decir más: es usted desgraciada en amores.
-¿Se nota?-contesta Sabrina.
-Pues claro está. Una mujer afortunada en amores quema el soufflé. Pero una mujer desgraciada en amores no se acuerda nunca de encender el horno...Lo adivino, ¿verdad?-responde el Barón.

No sé si es porque ya estamos en primavera, pero tengo unas enormes ganas de quemar soufflés!
 
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