miércoles, 31 de enero de 2007

Bernardo y yo


Me gustaría tener un secreto muy gordo, uno de esos que no se pueden contar pero que se notan.
Y que la gente dijera: No, Emily no es lo que parece, guapa, inteligente etcétera, sino que tiene un secreto muy gordo, O sea, que es misteriosa.
Hoy empiezo con algo que me da miedo, quizás por un excesivo sentido del pudor, o quizás por una excesiva timidez, que con el tiempo he ido superando. Las primeras frases no son mías, son de un poema de Bernardo Atxaga, solo he cambiado el nombre, donde pone Emily en el original es Shola, una perra (esto de perra suena mal, lo sé).
De momento he hecho el primer paso, tal vez vuelva a escribir.
 
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