jueves, 4 de septiembre de 2008

JOAN




Llegó a este mundo la noche de Reyes de 1953, como uno de los regalos más bellos creados en la grandiosa fábrica de juguetes. Bien envuelto en papel navideño, a punto para jugar con sus cuatro hermanas mayores, que le estaban esperando. Mercedes, su abuela, se había encargado de dejar un capazo de algarrobas para los caballos, y tres copitas de moscatel con tres pastissets para que sus majestades se tomaran un descanso.
A la mañana siguiente, sus dos hermanas pequeñas fueron a buscar los regalos dejados en casa de otros familiares y a la pregunta: ¿qué os han dejado los Reyes Magos? Ellas contestaron al unísono: ¡un hermanito! Me contó MP, su tercera hermana, que aquel año sus majestades dejaron más regalos que nunca sobre la mesa del comedor.
Me gusta pensar que por la noche, después de su nacimiento, empezó a nevar. ¿Puede haber una imagen mejor que la de una casa iluminada cálidamente mientras en la calle empiezan a caer los primeros copos de nieve?
Las mujeres que habitaban la casa frente al canal corrían de un lado a otro, cargadas de blancas toallas limpias, hirviendo incesantemente ollas de agua, para tenerlas preparadas cuando el médico de la familia las necesitara…Sin duda estaban excitadas por la llegada del nuevo miembro a la familia, pero a la vez serenas pues ya habían adquirido experiencia en anteriores nacimientos. Pero ese parto se complicó. Mi abuela estaba agotada por el esfuerzo. Había perdido mucha sangre y el semblante del doctor era de una preocupación inusual en aquel hombre optimista. El niño llegó finalmente a este mundo con tres vueltas del cordón umbilical en el cuello, y no respiraba. El doctor lo arrojó en brazos de tía Josefina, experimentada en nacimientos, y se dedicó exclusivamente a salvar la vida de la madre.

Tía Josefina nos lo explicó un día que fuimos a visitarla. Ella le dio su segunda vida, al recordar cómo se revivía a los polluelos que nacían muertos. Cogió al niño en brazos, lo acercó a su boca y le dio su aliento. Insufló aire y el niño respiró. ¡Qué alivio! El niño vivía y su madre seguramente pudo sonreír. Por fin había llegado un varón a aquella familia de mujeres. Su padre seguramente soñaba con un niño, al que le enseñaría a conducir coches y motos, su gran pasión.

El pequeño fue creciendo, y a su vez vivió el nacimiento de los cuatro hijos de su hermana mayor, mi madre, que le hizo más de madre que la propia. Siempre acompañó a mis padres durante su noviazgo, y me contaron que el día que iniciaron su luna de miel, lloró desconsolado al ver que le dejaban en casa.

Le recuerdo como el tío guapo, que iba y venía. Cuando se vestía con unos tejanos Levi’s siempre buscaba mi aprobación ¿Me quedan bien, Emily? Sí, tío. Estás muy guapo. Y acto seguido cogía el coche y se iba a discotecas costeras, donde sé de fuentes bien informadas, que tenía que apartar a las chicas. ¡Tenía éxito! Recuerdo a Martina, la chica francesa que se enamoró locamente de él, y que le llamaba a todas horas. Yo era la encargada de hablar con ella, por las cuatro palabras que sabía en francés en aquel tiempo. Sé que tuvo muchos ligues, pero extrañamente sólo le conocimos una novia oficial: Rosi.
Seguramente fue un romántico y sólo quiso dar el siguiente paso cuando finalmente encontró su otra mitad.

De mí admiraba la afición por el dibujo. Me acuerdo de sus broncas al ver cómo desperdiciaba mi tiempo, sin dedicarme más al don que alguien (seguramente el Creador) había dejado en mis manos. Me observaba cuando dibujaba al carboncillo. Me quitaba el apunte y sonreía con aprobación. ¿Os he contado que tenemos los mismos ojos y que cuando me río chispean como los de él? ¿Y esa misma sonrisa? ¿Qué hasta nos rompimos el mismo diente, él en un accidente de moto y yo montada en bicicleta?
Claro que también mi hermano se lo partió. Él comparte también los ojos y la sonrisa de mi tío, aparte de su afición por las motos.

Pero un día nos contó cómo notaba que se le dormían las manos y a veces las piernas.
Empezaron a hacerle pruebas, entre ellas la temida punción lumbar. Y llegó el diagnóstico. Mi madre fue la primera persona en saberlo y yo la segunda. Esclerosis múltiple. Si conocéis esa enfermedad, sobrarán las palabras. Sólo puedo deciros que el tiempo que pasó hasta el día de su muerte fue terriblemente triste. Se encerró en su concha. Rompió su noviazgo para que Rosi no viera cómo avanzaba su enfermedad. ¡Qué tonto fuiste, tío! Y qué poco conocías a las mujeres… ¿No sabes que casi nunca abandonamos? Tuviste a tu lado a toda tu familia pero, ¿no hubiera sido mejor estar junto a ella?

El día que murió, en Barcelona, lo acompañaba su madre y su segunda hermana. Las otras no llegaron a tiempo para despedirse de él. ¡Fue tan impredecible su muerte! El tratamiento con cortisona le restó las pocas defensas que le quedaban y una meningitis le apartó de nuestro lado para siempre.

Pasé tres días llorando, sin comprender por qué el mundo seguía si él ya no estaba allí.
Dejé de comer y sólo encontré consuelo en cigarrillos fumados en soledad. Cada persona de mi familia tendrá sus propios recuerdos. Pero estos son los míos. Y me gusta pensar que parte de su sangre corre por mis venas, que tengo sus mismos ojos, que sonrío como él, y que como él tengo esa fuerza en mis manos que me impulsa a crear algo nuevo de la nada…

19 comentarios:

Anónimo dijo...

no sé ben bé que dir. suposo que en un cas així no és pot dir res, només callar i acompanyar l'altre en la seva tristesa. ho faig, malgrat la fredor d'aquest mitjà.

t'he trobat com és troben els bons blogs: sense buscar-los.

khalina dijo...

Doncs has de seguir dibuixant.

Aquest post és un bonic homenatge...Estic una mica tova perquè fa pocs mesos que vaig perdre la meva tieta estimada, que vivia des de que jo era petita a casa dels meus pares... I a part, conec a gent patint aquesta malaltia.

el paseante dijo...

Només et diré que era guapo. I que va tenir una novieta francesa amb qui jo sempre he somiat. I una parella formal, que el recorda com tu. I que tenia una noieta bonica que li mirava els Levis. I que ella ens l'ha fet conèixer, molts anys després. I que ara el Joan torna a viure. Al menys avui. I aquí. Un petonet Emily.

Emily dijo...

Gràcies Clarissa per entrar. De vegades llegim els altres i no ens acabem de decidir a comentar.
Avui dia 5 és l'aniversari de la seva mort i és un dia una mica especial.
Khalina, aniré fent dibuixos tot i que ara faig altres coses, com per exemple cosir, i amb aquesta excusa passo del llapisset.
En quant a la tieta, segur que era ben especial, i que et té per recordar-la. Aquesta enfermetat, com totes suposo, és ben trista.
Què hi farem! Viure el moment per si de cas...
Paseante, sí que era guapo, i no només ho penso jo! És el que é compartir gens, tots tenim una petita part d'algú que va ser maco.
Un beset per a tu també.

CGR dijo...

La gran fábrica de juguetes...

Emily dijo...

Tarta, me gustan tus comentarios. Son tan enigmáticos que me tienes intrigada.

desconvencida dijo...

Estoy emocionada, Emily. MUCHO...Especialmente porque tengo un primo bastante joven con su misma enfermedad :(

Me ha parecido un precioso homenaje... gracias por compartir estos recuerdos tan preciados para ti con todos nosotros, y esa foto con esa inolvidable sonrisa...

Anónimo dijo...

Has elegido una buena foto, mérito de pp de ser un buen fotografo con un guapo actor.
Que Joan nos acompañe a todos.
Gracias por el homenaje y que podamos seguir disfrutando de tus talentos

Emily dijo...

Descon, gracias. Que mi tio acabara muriendo, fue por el tratamiento que le hicieron hace años. Ahora hay muchos adelantos farmacéuticos, no te preocupes. Sabías que es bastante raro que los hombres sufran de esta enfermedad? Hay un porcentaje más alto en mujeres que en hombres.

MP, sin duda Pepe es un fotógrafo excelente. Ya sabes que nuestras mejores fotos están hechas por vosotros dos. Gracias a ti or ser también tan especial. Un beso

koolauleproso dijo...

Por lo que sabes de mi, comprenderás cómo me ha emocionado la historia de tu tío, tan cercana a las "historias de la leprosería" que conoces bien. Ayer mismo me contaba mi amigo Juan, lo mal que lo pasó con la cortisona, lo que lo debilitó, y aunque, de momento, parece haber superado ese estado crítico, la puñetera esclerosis sigue haciendo su maldito trabajo, y mi amigo cada vez está más débil.

Como la pantalla del ordenador, no es papel, no queda constancia de la lágrima que, tras resbalar por mi mejilla, se acaba de depositar mansamente en el teclado de mi ordenador.

un beso, amiga

Emily dijo...

Koolau, gracias. Aunque es una historia triste, no era para que lloraras, pero a veces eso es la emoción. Ánimo para ti y para Juan.
Es curioso cómo une el blogger, un beso, amigo.

Rita dijo...

Vaig llegir el post així que el vas penjar, però filla, darrerament m'emociones massa i no vaig tenir paraules.
Ara tampoc en tinc, però volia que sabessis que he passat, com sempre, no puc deixar de fer-ho ja. Un bon homenatge a una personao estimada i molt guapa, per cert.
Diuen que recordar-los és fer-los seguir vivint. Doncs, que t'acompanyi sempre, maca!

Emily dijo...

Rita, gràcies. Aquest post no era per a entristir-vos! Però vaig pensar que el dia 5 era el moment, quí sap si l'any vinent encara conservo aquest bloc...
M'agrada molt que passis, fins que no em comenten els meus amics, no dono el post per tancat. Un beset.
Prometo que el pròxim post serà divertit!

Rita dijo...

Gràcies, amiga! A mi em passa igual. Fins que no veig alguns nicks, tampoc el tanco. :-)
Petons!

MK dijo...

Como escribe Koolau la pantalla del ordenador , no es papel , ni abrazo , ni voz ...
pero deja también su huella y su recuerdo.
Recuerdo y pena que han masticado bién y a conciencia. Me gustaría que algún día , muy , muy lejano , alguien me recordara así .
Hermoso ese recuerdo del día del nacimiento.
...porcierto yo nací un lunes de Pascua, lo que comunmente llamamos "el día de la Mona"

Emily dijo...

MK, recuerda que tu vas a envejecer muchísimo! y te aseguro que te van a recordar...

marta dijo...

Emily, els teus records oberts de la manera en la que ho has fet, m'omplen mitja part del cor de tristor, de la perdua, i l'altre d'alegria, de l'amor que transmeten les teves paraules i del caràcter sagrat que tenen els nostres records.

Emily dijo...

Gràcies per passa i comentar. No et creguis, vaig dubtar molt en piblicar això...Ara em passo per ca teva

Emily dijo...

Joanna, un dia contes els teus records. Un beset!

 
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