lunes, 28 de julio de 2008

EL TANGUERO Y LA CANTANTE RUBIA

Un día los hermanos Gershwin debían andar enamorados y compusieron Wonderful. Esta insinuante canción describe la felicidad de estar nuevamente enamorado. Hay una frase: Dear, it’s four-leaf clover time, que me parece perfecta. Es tiempo de tréboles de cuatro hojas, y de dejar atrás la mala suerte.

El viernes, asistimos al concierto que ofrecía Diana Krall en Peñíscola. Estos conciertos cerca del mar ya se convertirán en un clásico del verano. Son días de reencuentros con gente que en algún momento formaron parte de nuestras vidas. De risas y de bromas cómplices. La cantante rubia, entre canción y canción, nos contó su verano de conciertos, acompañada de sus dos hijos, y no tuvo ningún reparo en proclamar al mundo que había encontrado al amor de su vida, el cantante Elvis Costello.
Dijo que la música forma parte de su vida desde siempre, y que, aunque muchas de las canciones que ha cantado son tristes, ahora la tristeza no formaba parte de su vida.

Otro día, y en otro lugar, mi hermano vivió uno de los mejores días de su vida. Asistía a un concierto del grupo de tangos, Malevaje. Los tangos también forman parte de nuestras vidas. En una entrevista al cantante Antonio Bartrina, el alma de Malevaje, le preguntaron si los tangos son tristes, y él respondió: “Siempre se dice que el tango es triste, y no es cierto…Lo que pasa que el sambenito lo tiene colgado el tango, pero hay tangos muy divertidos.” Un día utilizó su mejor arma, el tango, para conquistar chicas. “Tú le cantas un tango a una mujer despacito al oído y, si no tiene el corazón de piedra, seguro que queda inmediatamente seducida.”

Yo me sé de uno que también utiliza esa misma arma. Un garufa que ha empezado a sentar cabeza. Que cuando llega a casa ya no encuentra solamente arroz blanco en su nevera…El otro día vi la felicidad en sus ojos al contarme su encuentro con su tanguero preferido. Me alegré de que haya personas en el mundo que nos proporcionen esos pequeños instantes de felicidad.

A los que pasen y lean estas cuatro letras, les deseo que algún día una persona (si es que ya no la tienen) les mire directamente a los ojos y les diga:
My dear, it’s four-leaf clover time

7 comentarios:

Rita dijo...

M'agrada molt la Diana Krall. Jo t'ho desitjo a tu (si és que no el tens ja...).
Un petó, maca!

el paseante dijo...

Me encanta Diana Krall, especialmente su voz oscura cantando esa canción. Es mucho mejor que los tangos que le gustan al garufa :-)

Espero que para todos nosotros sea tiempo de tréboles de cuatro hojas, y de dejar atrás la mala suerte.

Emily dijo...

Rita, i jo a tu, de veritat, si és que no els tens ;)
Paseante, hauries xalat;) I també et desitjo que tinguis el teu moment de trèvols de quatre fulles!

desconvencida dijo...

Me alegra ver que disfrutamos de esa maravilla con pocos días de diferencia... el concierto tuvo grandes momentos, todo el auditorio en silencio escuchando esa voz aterciopelada...

Emily dijo...

Descon, s'wonderful!

MK dijo...

Aiisss! , nena ...a vegades penso que ja sería hora...! .
...Que ja m´ho començo a mereixer...pero encara se m´escapen de la punta dels dits els trebols de quatre fulles...

Per cert m´has donat l´idea d´un post amb foto testimoni i tot...!
La meva filla de petiteta en va trobar un.

Emily dijo...

MK et vaig a dir una animalada de les meves, pero crec que ens ho haurem de dir mutuament!!!!!!!!
Et desitjo que un dia t'ho diguin. Jo estic per la feina ja...jeje

 
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