
Cuando alguien se acerca con el coche con la ventanilla bajada, y va a hablarte, solo puede ser dos cosas: o te pregunta una dirección o te pide una relación para el perro. Así me ha pasado esta mañana.
-Oye. ¿el perro es cazador?-pregunta el jefe.
-Sí, cazador de ratas...jeje-No, es que tengo una perrita como él y busco un perro para hacerla criar...
-De momento, no. No quiero que críe.
-Bueno, criaría la mia, el tuyo, no...jeje
He sonreído y he vuelto a negar.-Si te decides, me lo dices...Me ha dado el teléfono y han continuado su camino. Los que iban con él se reían.
Acto seguido he pensado que debía de haber preguntado al interesado, pero él ni se ha enterado. Ya es la segunda vez que rechazo un noviazgo para Bruc.
Luego, me ha dado por correr, en un ataque de inesperada alegría, con el perro trotando a mi lado, y me he planteado comprarme un chándal y unas zapatillas corredoras, para a ver si me libro del codos (CO2) que anida en mis pulmones, y experimentar la soledad del corredor de fondo.